Tiene la virtud de liberar el sufrimiento, la manipulación y el condicionamiento emocional. Trae a la luz sus viejos demonios, viejos patrones y su apatía para ayudar a liberar automatismos inconscientes que desordenan la vida diaria. Esta antigua y orgánica piedra fósil nos devuelve a la energía del Océano primordial. Promueve la confianza, el poder individual, la intuición, la curación emocional y protege de las emociones tóxicas.
